Fragmentación y herbivoría dos factores relacionados con la supervivencia de las plantas en peligro tienen un componente natural y otro artificial. La gestión conservacionista debe tener en cuenta el origen natural de ambas si se persigue una renaturalización efectiva de las poblaciones amenazadas.

    La herbivoría, es decir la depredación de los animales herbívoros sobre las plantas silvestres, se ha considerado, junto a los fenómenos climáticos (fuegos y tormentas), un elemento natural en las comunidades vegetales mediterráneas, con efectos ecológicos y consecuencias evolutivas.

    De igual manera, el mosaicismo natural, la alternancia de tipos de comunidades en el espacio derivada de factores ambientales, está también generalizada en el mundo mediterráneo. Los hábitats no tienen una distribución homogénea ya que tampoco la tienen los factores que los configuran, dando lugar a un reparto de poblaciones fragmentado de forma natural.

    Las plantas amenazadas, por razones corológicas, ecológicas y antrópicas, son un grupo numeroso de la flora, y por su propia constitución buenas indicadoras del efecto de estos dos procesos, extendidos en todo el territorio ibérico e insular.

    La interpretación tradicional de la herbivoría en las plantas amenazadas, la señalaba frecuentemente como una fuente de riesgo, sobre todo por el efecto negativo del ganado doméstico. Sin embargo actualmente esta visión sencilla se admite mucho más compleja, con un conjunto de actores diverso, configurando un escenario lleno de matices y relaciones. Ganado doméstico y ungulados silvestres, dinamismo de la vegetación, medidas de conservación en áreas protegidas, despoblamiento rural y crecimiento litoral son algunos factores que hacen que la respuesta de la flora amenazada a la herbivoría no sea ni mucho menos homogénea.

    El mosaicismo natural de la vegetación tiene su contraparte en la fragmentación artificial de los hábitats originados por las actividades humanas. La fragmentación artificial y la pérdida de espacio asociada afecta especialmente a la flora amenazada, pero en este caso las respuestas están menos estudiadas. La fragmentación artificial puede disminuir la supervivencia de las poblaciones de especies vegetales amenazadas al reducir el tamaño de las poblaciones, eliminando algunas o incrementando la distancia entre las remanentes, alterando la dinámica de colonización del sistema. También puede ser responsable de un dinamismo artificial acelerado (hiperdinamismo) que favorece a un tipo determinado de comunidades, aquellas con una composición de especies colonizadoras y de rápido crecimiento, responsables de un desplazamiento de especies más estenoicas, entre las cuales se sitúan las amenazadas.

    De forma resumida, las condiciones de naturalidad original, con hábitats parcheados por diversas razones (heterogeneidad ambiental por cambios edáficos, efectos climáticos, etc) se encuentran cada vez más sustituidas por las actividades antrópicas en gran parte del territorio. Esta pérdida y alteración del terreno ha supuesto una artificialización creciente, que intenta resolver la Biología de la Conservación. La gestión actual de las amenazas para la flora debe considerar un proceso de renaturalización que revierta la situación presente. Las claves de esta reversión hacia la renaturalización del territorio no están muy claras. .

¿Qué se pretende con este grupo de trabajo?

    En este país se cuenta con una infraestructura de conservación botánica con una experiencia relativamente dilatada en el tiempo. Paralelamente la investigación en Biología de la Conservación también ha tenido a las plantas silvestres como objetivo de estudio.

    Se ha reunido a un conjunto de profesionales relacionados con la conservación vegetal para producir un decálogo de puntos sobre medidas conservacionistas encaminadas a la renaturalización en el tratamiento de la herbivoría y la fragmentación para las plantas silvestres amenazadas. Dista mucho de ser un manual o tratado exhaustivo de la renaturalización de estas y otras amenazas para la flora rara ibérica.

    El avance en el conocimiento de la rareza, sus causas y sus problemas, es muy notorio en la flora ibérica, el primer objetivo es presentar de forma resumida algunos de los principales descubrimientos o presupuestos teóricos entorno a la herbivoría y la fragmentación en la flora mediterránea.

    Además, será un instrumento que recoja las valoraciones de las medidas de gestión de nuevo sobre estos dos procesos para flora amenazada, encaminado a facilitar a los gestores de las distintas administraciones del Estado la inclusión de estos dos factores en su gestión diaria. Paralelamente, se persigue la incorporación de las recomendaciones que se estimen oportunas en los planes de gestión o normativa legal de su competencia.